Efectos secundarios de un tratamiento de ácido hialurónico

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Se utiliza en forma cosmética desde 1996 para el tratamiento de los efectos del envejecimiento de la piel y también como tratamiento médico fundamentalmente para problemas de rodilla.

La aplicación de ácido hialurónico ayuda a restaurar el hidro-balance de la piel, mejorando su elasticidad, regresando la estructura y la firmeza de la misma.

En la actualidad existen una amplia gama de rellenos faciales con diferentes concentraciones de ácido hialurónico para tratar a la mayoría de los problemas de la piel causados por el foto daño y el envejecimiento.

Entre las zonas a tratar más comunes son para disminuir los surcos o pliegues nasogenianos, las arrugas del entrecejo y la pata de gallo, también sirve para darle volumen a los labios, pómulos y contorno mandibular.

NO utilices ácido hialurónico si:

• Eres alérgica a cualquier ingrediente que lo contenga o a productos avícolas (por ejemplo, huevos, plumas, aves de corral).
• Tienes una infección o una enfermedad de la piel cerca de la articulación afectada o lugar de la inyección.

Antes de utilizarlo:

Algunas condiciones médicas pueden interactuar en los efectos beneficiosos que producen los tratamientos. Pregúntele a tu médico o farmacéutico si te encuentras en alguno de los siguientes casos:

• Si estás embarazada, planeas quedarte embarazada o si estás dando el pecho.
• Si estás tomando cualquier prescripción o medicamentos de venta libre (sin receta médica), preparado de hierbas o suplemento dietético farmacéutico o de herbolario.
• Si tienes alergias a medicamentos, alimentos u otras sustancias.
• Si estás tomando otros medicamentos, especialmente en sales de amonio cuaternario, ya que pueden producir interacción negativa.

Pregúntele a tu médico si puedes interactuar con otros medicamentos de los que tomas habitualmente.

Efectos Secundarios del ácido hialurónico:

Los tratamientos con ácido hialurónico tienen una larga lista de ventajas ya que, al tratarse de una sustancia que genera el propio organismo, no estamos introduciendo en nuestro cuerpo a ningún intruso. No obstante, como todo tratamiento estético que se precie, existen una serie de efectos secundarios que hay que tener en cuenta y que el profesional médico, en cuyas manos nos pongamos, se encargará de relatarnos debidamente.

El problema no es el ácido hialurónico en sí

Hay que partir de la base que los tratamientos con ácido hialurónico tienen que realizarse por profesionales de la medicina estética que nos dirán lo que se puede y no se puede hacer. Muchos de los problemas que han acontecido relacionados con esta sustancia han venido por un mal uso de la misma, al aplicarla en zonas donde es contraproducente. Semejantes imprudencias son cometidas por personas no capacitadas para desarrollar un tratamiento de estas características, por lo que el problema no es el ácido hialurónico en sí, sino las personas que lo inyectan sin estar preparadas. Por este motivo, los interesados en someterse a un tratamiento con esta sustancia deben ponerse en manos de un profesional acreditado para evitar disgustos de los uno se pueda arrepentir durante toda la vida.

Un procedimiento con ácido hialurónico que tenga todas las garantías puede provocar algunos efectos secundarios muy leves cuyo denominador común es que desaparecen en pocos días y persisten como mucho una semana. En lo que se refiere a los rellenos faciales, el paciente puede experimentar:

• Algún pequeño hematoma en la zona tratada
• Enrojecimiento de la piel
• Una mayor sensibilidad
• Pequeñas molestias
• Inflamación
• Disminución de la melanina
• o aparición de algún pequeño bulto.

Todos estos efectos secundarios no deben alarmar ni mucho menos porque, como es lógico, no suceden todos a la vez y son pocos los pacientes que los experimentan. Además, todo ellos aparecen de forma muy leve y reitero que desaparecen pasados unos días.

Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero muchas personas no los tienen, o los efectos secundarios son menores. Consulte con su médico si cualquiera de estos efectos secundarios más comunes persisten o se vuelven molestos:

• Contusión leve, calor, enrojecimiento, hinchazón o dolor en el sitio de la inyección; sensación de dolor temporal; inflamación de la rodilla temporal.

Busque atención médica de inmediato si presenta cualquiera de estos efectos secundarios severos:

• Reacciones alérgicas severas (erupción, urticaria, dificultad para respirar, opresión en el pecho, hinchazón de la boca, cara, labios, o lengua).

Los tratamientos con ácido hialurónico también presentan algunas contraindicaciones en determinadas personas. Por ejemplo, no es recomendable someterse a un procedimiento de este tipo si se es una mujer embarazada o lactante. Tampoco en los alérgicos a la lidocaína si el tipo de ácido hialurónico que se aplica tiene una pequeña dosis de ese fármaco en su composición. En este punto, también hay que tener en cuenta si el paciente es alérgico a cualquiera de los otros componentes que pueda contener el ácido hialurónico que se le va a inyectar. De igual manera no es recomendable en personas que tengan tendencia a la formación de cicatrices queloides o presenten dificultad de cicatrización en su piel. Del mismo modo, se desaconseja que las personas que están tomando suplementos de vitamina E y que se someten a este procedimiento, los dejen de tomar hasta que haya concluido, ya que la interacción entre estas sustancias puede llegar a causar sangrado y hematomas.

Como es obvio, y eso lo tendrá muy en cuenta el profesional de la medicina estética que realice el tratamiento, el ácido hialurónico no puede nunca ser inyectado dentro de un vaso sanguíneo, ya que podría provocar un trombo. Tampoco debe ser aplicado en zonas inflamadas o que sufran quistes, granos, urticaria y heridas.

Como puedes comprobar nos encontramos con unos efectos secundarios muy leves en las personas que no sufren ninguna otra dolencia o alergia. Reitero que el especialista en medicina estética será el encargado de informarnos de todos esos efectos para que el tratamiento se desarrolle de una manera óptima y sin problemas.

Cómo utilizarlo:

Utiliza SIEMPRE como te indique tu médico. Revisa la etiqueta del medicamento para la dosificación exacta.

• Viene con un prospecto adicional. Léelo cuidadosamente y reléelo cada vez que cambies de producto.
• Generalmente se administra como una inyección en el consultorio, hospital o la clínica de tu médico (recomendado). Si estás utilizandolo en casa, sigue cuidadosamente los procedimientos de inyección que tu proveedor de atención médica te haya indicado.
• Si el producto que utilizas contiene partículas o cambia de color, o si el vial está agrietado o dañado de cualquier manera, no lo uses
• No utilices desinfectantes que contengan sales de amonio para preparar la piel para la inyección porque pueden producirse efectos secundarios.
• Desecha las jeringas en el contenedor adecuado.
• Si olvidas una dosisdíselo a tu médico para establecer un nuevo horario de dosificación.

Pregúntele a tu médico cualquier duda que puedaa tener acerca de cómo utilizarlo en tu tratamiento.

Información importante de seguridad:

• Generalmente se administra en una serie de un total de 3 o 4 inyecciones con una semana de diferencia.
• Puedes experimentar una inflamación temporal en la rodilla después de aplicarlo. Si la inflamación es severa o continúa, pónte en contacto con tu médico.
• Evita la actividad vigorosa o actividad prolongada de levantamiento de peso (más de 1 hora) (por ejemplo, correr, jugar tenis, levantar objetos pesados) durante al menos 48 horas después de inyectarse con ácido.
• Utilizalo con extrema precaución en niños. No se han confirmado la seguridad y eficacia.
• Embarazo y lactancia: Si te quedas embarazada mientras estás tomando el tratamiento, verifica con tu médico los beneficios y riesgos del uso durante el embarazo. Se desconoce si afecta en la leche materna. Si estás dando o darás lactancia materna mientras estés usándolo consulta con tu médico o farmacéutico para discutir los riesgos para tu bebé.

 

Si se sospecha una sobredosis:

Póngase en contacto con + 34 91 562 04 20 (solo emergencias toxicológicas) en España o 1-800-222-1222 (la Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamiento) en Estados Unidos, el Servicio de Información Toxicológica, integrado en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses -Ministerio de Justicia- (España), el centro de control de veneno local (Estados Unidos) o el Hospital o Centro de Urgencias y/o Emergencias más cercano inmediatamente.